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Le apareció un hijo a Fangio!


Agu91

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Hoy se dio a conocer la noticia, es IGUAL! La gran pregunta es por qué ahora y no antes?

 

“Soy el hijo de Fangio”

 

Nacido en Balcarce y radicado en Cañuelas desde niño, Rubén Vázquez afirma que su padre biológico es el cinco veces campeón del mundo. Inició un juicio de filiación a través del estudio de Miguel Angel Pierri.

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Siempre tuvo una duda íntima sobre su identidad. Una sensación de incertidumbre que no compartió con nadie, pero que con el correr de los años se fue haciendo insoportable. ¿Por qué era tan distinto a su padre y a su hermano? ¿Por qué Juan Manuel Fangio fue su padrino de bautismo cuando no existía una relación familiar que los uniera?

 

Esas preguntas no paraban de martillar en su cabeza, sobre todo cuando se jubiló de administrativo en el ferrocarril y comenzó a trabajar como conserje de hotel. En esos ámbitos frecuentados por gente de paso, que no lo conocía, siempre aparecía un comentario recurrente: “Usted es igualito a Fangio”.

 

“En 1995 fue la primera temporada que trabajé en un hotel de Pinamar. En una oportunidad se descompuso una señora. Llamamos al servicio de emergencias. Cuando vino el médico se sorprendió por mi parecido con Fangio. No le di importancia porque estábamos atentos a la mujer. Pero antes de retirarse el médico volvió a mencionarlo. Nunca se haga un ADN porque se va a llevar una sorpresa, me dijo. En Cañuelas, en el hotel Libertad, varios operarios alemanes que venían a trabajar en las plantas de Siemens o Mercedes Benz también solían fijarse en mi parecido. Ese fue el inicio de esta historia”, dice Vázquez, sentado en el living de su casa del barrio Sarmiento.

 

Rubén nació en Balcarce el 25 de junio de 1942. A los 9 años se radicó con su familia en Cañuelas. En 1991 se retiró del ferrocarril y continuó trabajando como conserje. El hombre que lo crió y le dio un apellido, Pedro Antonio, mecánico de locomotoras a vapor, murió en 1975. Su madre, Catalina Basili, falleció el 14 de noviembre de 2012 a los 103 años, plenamente lúcida.

 

Los comentarios que Rubén solía recibir de los pasajeros a lo largo de una década se transformaron en una carga opresiva. Su esposa, Ercilia, recuerda la angustia que sentía en esos años. “Venía de noche, daba vueltas en la cama, no podía dormir y se ponía a llorar. No comía y estaba deprimido. Nuestro hijo, Leonel, lo incentivó a hablar con su mamá, la única que podía aclarar las cosas para tener un poco de paz”.

 

Promediaba el año 2005. Un día Rubén juntó valor y le planteó a su madre sus sospechas. El primer día Catalina lo negó con evasivas, pero al día siguiente admitió que tuvo un amorío con el “Chueco”. Incluso brindó detalles de cómo surgió el vínculo. Era el inicio de la década del ´40. Fangio suspendió su actividad deportiva debido al inicio de la Segunda Guerra Mundial y se dedicó a la mecánica en un taller ubicado en el centro de Balcarce. A los 12 años el hermano de Rubén comenzó a trabajar como peón. Con las propinas se pagaba un curso de bandoneón. Un día el chico se quemó al destapar un radiador, Fangio lo llevó a su casa y así conoció a Catalina.

 

No está claro por qué si fue una relación destinada a e mantenerse oculta el recién nacido terminó siendo ahijado de Fangio. Rubén cree que sus tías lo impulsaron a aceptar el padrinazgo, algo que le comentaron sus primos, quienes de chicos conocieron la verdad pero juraron guardar silencio. Al poco tiempo del parto los Vázquez se trasladaron a Maipú y perdieron todo contacto.

 

“A mi madre no le reprocho nada. Si bien no se separó, sé que en ese momento estaba atravesando un mal momento de su matrimonio. Vázquez nunca supo que yo no era su hijo, pero siempre lo voy a seguir sintiendo como mi padre. Era un tipo fuera de serie, con una enorme bondad. De mi padre biológico no puedo opinar mucho. Lo vi solamente una vez. Me hubiera gustado charlar con él y tener una relación más profunda”.

 

Efectivamente, Rubén estuvo en una oportunidad en presencia de su padre biológico, que a principio de la década del ´70, ya retirado de las pistas, fue nombrado como presidente de Mercedes Benz Argentina. Recién casado con Ercilia, lo fue a ver a una agencia de coches que tenía en Constitución para pedirle un trabajo en la planta de González Catán. El penta campeón de Fórmula 1 lo recibió en su oficina y sin mayores trámites le extendió una nota de recomendación para presentar ante Lázaro Romero, encargado de personal.

EL CASO JUDICIAL

 

En 2005, cuando tuvo la confirmación de su madre, Rubén acudió al estudio de Miguel Angel Pierri, quien de inmediato se interesó por el caso y le sugirió iniciar un juicio por filiación. Como primera medida el abogado solicitó una declaración de la señora Catalina Basili ante escribano público, en la que reconoció haber quedado embarazada como producto de una relación extramarital con Juan Manuel Fangio.

 

En segundo término se efectuó un estudio comparativo de ADN entre Rubén y su hermano Ricardo Antonio. Como era de prever, mostró el mismo patrón genético por línea materna pero distinto por línea paterna.

 

La causa, radicada en el Juzgado en lo Civil y Comercial N° 13, a cargo de Daniel José Dipp, tuvo los primeros avances sustanciales hace dos años, cuando se logró localizar y notificar a una descendiente del piloto. Desde entonces los abogados de la Fundación que administra su legado interpusieron una serie de recursos que fueron demorando la prueba definitoria: el cotejo de ADN entre Rubén Vázquez y los restos de Fangio, que descansan en el panteón familiar del cementerio de Balcarce.

 

Entre otras medidas dilatorias los abogados de la contraparte solicitaron que antes de efectuar ese cotejo Vázquez se someta a un estudio comparativo de ADN con su padre registral para descartar la consanguineidad.

 

“Son medidas que están pidiendo para tirar la pelota hacia adelante, pero no sé hasta cuando. Es como un embarazo. No se puede ocultar siempre. En un momento el chico va a nacer. Cuando empecé con todo esto tenía 63 años. Hoy tengo 71. Es muy angustiante seguir esperando”, dice Vázquez, con sus ojos claros y su voz áspera, de tono bajo y pausado, que tanto recuerda al prócer del automovilismo.

 

“Intimamente sé que soy el hijo de Fangio, pero llegado el momento en que se confirme judicialmente, sé que va a ser muy duro”, concluye Rubén, quien ya aceptó la idea de cambiarse el apellido si la Justicia le reconoce ese derecho.

 

FANGIO Y SU VIDA PERSONAL

Juan Manuel Fangio murió el 17 de julio de 1995, a los 84 años. Sus biógrafos describen que siempre fue mujeriego y que tal vez por esa razón nunca se casó.

 

Mantuvo una prolongada relación sentimental con Andrea “Beba” Berruet, de quien se separó en 1960. La pareja tuvo un hijo: Oscar Espinosa, aunque nunca formaron una familia. "Para qué voy a contarlo. Hubo una chica, sí... Aquello fue un mal entendido, una estupidez", solía decir el piloto.

 

Durante la década de 1960 y parte de la de 1970, Espinosa fue públicamente conocido con el nombre de Oscar “Cacho Fangio, llegando a competir en Europa en Fórmula 3. El “Chueco” siempre lo presentó como su “sobrino”.

 

En el año 2000 Espinosa –propietario de una agencia de lotería en la Avenida Luro de Mar del Plata– comentó al diario deportivo Olé que era el hijo no reconocido del piloto. En un juzgado civil de esa ciudad tramita el juicio por filiación.

 

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Fuente: Sociales - ?Soy el hijo de Fangio? - Diario de Cañuelas El Ciudadano Cañuelense

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Hoy se dio a conocer la noticia, es IGUAL! La gran pregunta es por qué ahora y no antes?

 

“Soy el hijo de Fangio”

 

Nacido en Balcarce y radicado en Cañuelas desde niño, Rubén Vázquez afirma que su padre biológico es el cinco veces campeón del mundo. Inició un juicio de filiación a través del estudio de Miguel Angel Pierri.

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Siempre tuvo una duda íntima sobre su identidad. Una sensación de incertidumbre que no compartió con nadie, pero que con el correr de los años se fue haciendo insoportable. ¿Por qué era tan distinto a su padre y a su hermano? ¿Por qué Juan Manuel Fangio fue su padrino de bautismo cuando no existía una relación familiar que los uniera?

 

Esas preguntas no paraban de martillar en su cabeza, sobre todo cuando se jubiló de administrativo en el ferrocarril y comenzó a trabajar como conserje de hotel. En esos ámbitos frecuentados por gente de paso, que no lo conocía, siempre aparecía un comentario recurrente: “Usted es igualito a Fangio”.

 

“En 1995 fue la primera temporada que trabajé en un hotel de Pinamar. En una oportunidad se descompuso una señora. Llamamos al servicio de emergencias. Cuando vino el médico se sorprendió por mi parecido con Fangio. No le di importancia porque estábamos atentos a la mujer. Pero antes de retirarse el médico volvió a mencionarlo. Nunca se haga un ADN porque se va a llevar una sorpresa, me dijo. En Cañuelas, en el hotel Libertad, varios operarios alemanes que venían a trabajar en las plantas de Siemens o Mercedes Benz también solían fijarse en mi parecido. Ese fue el inicio de esta historia”, dice Vázquez, sentado en el living de su casa del barrio Sarmiento.

 

Rubén nació en Balcarce el 25 de junio de 1942. A los 9 años se radicó con su familia en Cañuelas. En 1991 se retiró del ferrocarril y continuó trabajando como conserje. El hombre que lo crió y le dio un apellido, Pedro Antonio, mecánico de locomotoras a vapor, murió en 1975. Su madre, Catalina Basili, falleció el 14 de noviembre de 2012 a los 103 años, plenamente lúcida.

 

Los comentarios que Rubén solía recibir de los pasajeros a lo largo de una década se transformaron en una carga opresiva. Su esposa, Ercilia, recuerda la angustia que sentía en esos años. “Venía de noche, daba vueltas en la cama, no podía dormir y se ponía a llorar. No comía y estaba deprimido. Nuestro hijo, Leonel, lo incentivó a hablar con su mamá, la única que podía aclarar las cosas para tener un poco de paz”.

 

Promediaba el año 2005. Un día Rubén juntó valor y le planteó a su madre sus sospechas. El primer día Catalina lo negó con evasivas, pero al día siguiente admitió que tuvo un amorío con el “Chueco”. Incluso brindó detalles de cómo surgió el vínculo. Era el inicio de la década del ´40. Fangio suspendió su actividad deportiva debido al inicio de la Segunda Guerra Mundial y se dedicó a la mecánica en un taller ubicado en el centro de Balcarce. A los 12 años el hermano de Rubén comenzó a trabajar como peón. Con las propinas se pagaba un curso de bandoneón. Un día el chico se quemó al destapar un radiador, Fangio lo llevó a su casa y así conoció a Catalina.

 

No está claro por qué si fue una relación destinada a e mantenerse oculta el recién nacido terminó siendo ahijado de Fangio. Rubén cree que sus tías lo impulsaron a aceptar el padrinazgo, algo que le comentaron sus primos, quienes de chicos conocieron la verdad pero juraron guardar silencio. Al poco tiempo del parto los Vázquez se trasladaron a Maipú y perdieron todo contacto.

 

“A mi madre no le reprocho nada. Si bien no se separó, sé que en ese momento estaba atravesando un mal momento de su matrimonio. Vázquez nunca supo que yo no era su hijo, pero siempre lo voy a seguir sintiendo como mi padre. Era un tipo fuera de serie, con una enorme bondad. De mi padre biológico no puedo opinar mucho. Lo vi solamente una vez. Me hubiera gustado charlar con él y tener una relación más profunda”.

 

Efectivamente, Rubén estuvo en una oportunidad en presencia de su padre biológico, que a principio de la década del ´70, ya retirado de las pistas, fue nombrado como presidente de Mercedes Benz Argentina. Recién casado con Ercilia, lo fue a ver a una agencia de coches que tenía en Constitución para pedirle un trabajo en la planta de González Catán. El penta campeón de Fórmula 1 lo recibió en su oficina y sin mayores trámites le extendió una nota de recomendación para presentar ante Lázaro Romero, encargado de personal.

EL CASO JUDICIAL

 

En 2005, cuando tuvo la confirmación de su madre, Rubén acudió al estudio de Miguel Angel Pierri, quien de inmediato se interesó por el caso y le sugirió iniciar un juicio por filiación. Como primera medida el abogado solicitó una declaración de la señora Catalina Basili ante escribano público, en la que reconoció haber quedado embarazada como producto de una relación extramarital con Juan Manuel Fangio.

 

En segundo término se efectuó un estudio comparativo de ADN entre Rubén y su hermano Ricardo Antonio. Como era de prever, mostró el mismo patrón genético por línea materna pero distinto por línea paterna.

 

La causa, radicada en el Juzgado en lo Civil y Comercial N° 13, a cargo de Daniel José Dipp, tuvo los primeros avances sustanciales hace dos años, cuando se logró localizar y notificar a una descendiente del piloto. Desde entonces los abogados de la Fundación que administra su legado interpusieron una serie de recursos que fueron demorando la prueba definitoria: el cotejo de ADN entre Rubén Vázquez y los restos de Fangio, que descansan en el panteón familiar del cementerio de Balcarce.

 

Entre otras medidas dilatorias los abogados de la contraparte solicitaron que antes de efectuar ese cotejo Vázquez se someta a un estudio comparativo de ADN con su padre registral para descartar la consanguineidad.

 

“Son medidas que están pidiendo para tirar la pelota hacia adelante, pero no sé hasta cuando. Es como un embarazo. No se puede ocultar siempre. En un momento el chico va a nacer. Cuando empecé con todo esto tenía 63 años. Hoy tengo 71. Es muy angustiante seguir esperando”, dice Vázquez, con sus ojos claros y su voz áspera, de tono bajo y pausado, que tanto recuerda al prócer del automovilismo.

 

“Intimamente sé que soy el hijo de Fangio, pero llegado el momento en que se confirme judicialmente, sé que va a ser muy duro”, concluye Rubén, quien ya aceptó la idea de cambiarse el apellido si la Justicia le reconoce ese derecho.

 

FANGIO Y SU VIDA PERSONAL

Juan Manuel Fangio murió el 17 de julio de 1995, a los 84 años. Sus biógrafos describen que siempre fue mujeriego y que tal vez por esa razón nunca se casó.

 

Mantuvo una prolongada relación sentimental con Andrea “Beba” Berruet, de quien se separó en 1960. La pareja tuvo un hijo: Oscar Espinosa, aunque nunca formaron una familia. "Para qué voy a contarlo. Hubo una chica, sí... Aquello fue un mal entendido, una estupidez", solía decir el piloto.

 

Durante la década de 1960 y parte de la de 1970, Espinosa fue públicamente conocido con el nombre de Oscar “Cacho Fangio, llegando a competir en Europa en Fórmula 3. El “Chueco” siempre lo presentó como su “sobrino”.

 

En el año 2000 Espinosa –propietario de una agencia de lotería en la Avenida Luro de Mar del Plata– comentó al diario deportivo Olé que era el hijo no reconocido del piloto. En un juzgado civil de esa ciudad tramita el juicio por filiación.

 

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Fuente: Sociales - ?Soy el hijo de Fangio? - Diario de Cañuelas El Ciudadano Cañuelense

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Re: Le apareció un hijo a Fangio!

 

Parece que Fangio era rápido para todo eeeeeeee !!!!

Igual, mas alla del dinero que pueda obtener (imagino que para eso inicia el jucio), lo feo del caso es enterarse de esa manera que su padre en realidad no era su padre.

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