APRECIACIONES EX USUARIO MEGANE II (3800 KMS. RECORRIDOS)

sharley · 3 de Febrero del 2011

Hola a todos.

Sigo escribiendo por acá porque le tomé cariño al foro (a pesar de que no tengo más el Megane) y porque momentaneamente no dispongo de tiempo material para dedicarme al nuevo foro de Fluence (que fué repetidamente atacado por virus... mmm...).

Cuando haya más masa crítica los volveré a invitar asi los usuarios de Fluence contamos con un sitio dedicado y de esa forma podemos estar un poco en cada lado sin olvidar el cariño por nuestros anteriores autos, especialmente el Megane II que me dió muchas satisfacciones.

Yendo al tema planteado en el título les cuento que el miércoles 12 de enero, después de un plantón de casi 4 horas (habitual en la entrega de 0 km. en Osvaldo Diaz de Alvarez Thomas) retiré mi nuevo chiche: Fluence Privilege 2.0 caja manual color blanco.

Prometo subir fotos a la brevedad.

A la noche del dia siguiente, y con sólo 80 kms. de "edad", me lo llevé de vacaciones a Brasil, totalizándole 3800 kms. en 15 dias.

O sea que me lo traje ablandadito ablandadito.

Las vivencias de un viaje de esa naturaleza en un Fluence y las características de consumo, velocidad, pique, adaptabilidad de uso, comodidad, etc. van a ser motivo de un post que prometo realizar antes del fin de semana, pero no quiero dejar pasar más tiempo antes de que la senilidad me haga olvidar las notas que mentalmente fui tomando en la comparativa entre ex usuario de Megane II 1.6 Luxe y el Fluence.

Paso a contarles no sin antes mencionar que mis apreciaciones son totalmente subjetivas y no deben ser condicionanates para decir o no el cambio de auto:

a) Motor y caja IRREPROCHABLE !!!. El reprise del motor (aún estando duro) y la elasticidad de los cambios es fantástica. Por momentos tenia que mirar la palanca de cambios porque no sabía si estaba en 4ª, 5ª o 6ª ya que en todas esas marchas empuja como un burro de carga. En 4ª se dispara hasta los 130 km/h como un misil y en este período de ablande hay que estar cuidando la "pata" para no pasarlo de mambo. Para colmo el motor (con cadena de distribución) es muy silencioso lo que impide darse cuenta que uno viene medio enroscado.

b) Dirección: excelente !!!!... suave y precisa aunque con un poco de sobreasistencia a altas velocidades.

c) Frenos: al principio no me gustaron porque estaban un poco esponjosos pero luego se ve que se asentaron y quedaron normales.

d) Embrague: para mi gusto despega muy arriba y eso dificulta el arranque desde cero al estar cuesta arriba.

Voy a averiguar en la concesionaria si se puede regular para que quede un poco más abajo.

e) Suspensión: perfecta. No salta ni hace ni hace ningún ruido.

La tenida en curvas es mejor que la del Mega II. Parece un scalectrix.

La insonorización del habitáculo es notable. Andando a 130 km/h en 6ª es como la primera clase de un avión: no se siente nada y parece que uno fuera paseando a 50. A esa velocidad el motor apenas pasa la 3000 revoluciones.

f) La posición de manejo es cómoda y muy adaptable ya que tiene las mismas regulaciones que el Mega II, aunque el problema es qus si se usa el asiento alto (como a mi me gusta), la cabeza queda rozando el techo y casi tocando el parasol. Todo esto es por la foma aplanada del techo.

g) Comparado con el Mega II es notoria la ausencia de buches y huecos donde poner todas las boludeces que uno lleva en el habitáculo. Leasé monedas, tags de peajes, pendrives, anteojos de sol, linternita, etc.

Hay que transformarse en una persona ordenada y prolija porque no hay lugar abundante para guardar todo.

h) Las plazas traseras son cómodas aunque la caida abrupta del techo hace que una persona de más de 1,80 mts. se sienta un poco enlatada.

i) El gps funciona muy bien y trae incluidos los mapas de Argentina, Chile, Uruguay, Brasil y México. El manejo con el control remoto es un poco exótico y hace extrañar el touch screen de los Garmin, pero se le toma la mano enseguida y los menúes son fáciles de interpretar.

No tiene cargada información de radares pero si trae un montón de pois muy útiles (combustible, hoteles, gastronomía, seguridad, etc.).

Como el tiempo de preparación de viaje no me dió margen, por las dudas me llevé el Garmin. Al hacer ruteo ambos equipos coincidian en distancias y tiempos de arribo, aunque el nivel de detalle del Garmin (Mapear) era un poco mejor que el TomTom del Fluence.

Una sorpresa agradable es que las indicaciones verbales del TomTom son muy claras, precisas y tranquilas y si uno viene escuchando la radio o un mp3, el gps baja el volumen de la musica para hacer sus anuncios y luego lo restaura a su valor normal. Da la sensación de estar en la sala de embarque de un aeropuerto con su clásico "ding dong" y la voz de la anunciadora de partidas y arribos.

j) En la misma pantalla del gps se visualizan los datos de la radio que se está escuchando o el nombre del tema si es un mp3 (cd o usb). El problema es que la tipografía es bastante pequeña (más allá que con los años me empiezo a quedar chicato) y pasa desapercibida entre toda la maraña de información que tiene esa pantalla (mapa, hora, distancias, reloj, iconos varios) obligando a focalizar la mirada para saber si estamos escuchando Radio Stentor o Radio Libertad.

Los datos RDS (nombre de la emisora y nombre del tema que se está emitiendo) salen truncados por falta de espacio en la pantalla.

k) Tablero. La lectura es fácil y se relojea todo de un vistazo.

Lo único que no me gusta es que la retroiluminación del display del ordenador de a bordo es blanca fluorescente y de dia, con anteojos oscuros, no se lee nada.

En ese sentido me gustaba más el ambar del Mega II que se veia a sol y sombra.

l) Los cuatro controles de los alzacristales de la puerta del conductor están echados un poco más atras que la posición que tenian en el Mega II lo que hace que cada vez que quiero subir o bajar mi ventanilla, toco cualquiera de los otros botoncitos pero nunca le pego "al tacto" al de mi ventanilla. Será cuestión de costumbre.

m) Las teclas auxiliares de apertura de tapa de combustible, apertura de baúl, reóstato de luces, etc. están Irremediablemente mal ubicados. Hay que mirarlos de frente porque son imposibles de manejar al tacto y tampoco se los puede mirar de reojo porque no están en la linea visual.

n) El techo eléctrico es una maravilla pero la tecla que lo acciona tendría que estar iluminada. De noche hay que andar a los manotazos como ciego nuevo para encontrar el control.

o) El espejo "electroluminiscente" (puaaaaa!!!!) es un arma de doble filo: cuando se enciende manualmente la luz del plafond interior automáticamente se oscurece impidiendo ver con claridad hacia atrás.

En los tiempos que corren, donde uno tiene que estar atento a lo que lo rodea y más teniendo los vidrios polarizados, me parece mejor un espejo manual que uno automático.

Ahora voy con los tres únicos puntos que me sacaron de quicio y donde les pongo un CERO a los diseñadores y/o ingenieros:

1º) Equipo de audio.

La calidad del sonido es muy buena y tiene características tridimensionales, pero para manejar el estereo hay que ser ingeniero de la Nasa, con postgrado en el MIT y doctorado en Harvard.

NO LO PODRIAN HABER HECHO MAS COMPLICADO !!!!!.

Para pasar de am a fm hay que tocar 7845 teclas.

Para ajustar la calidad del sonido hay que navegar por 839 menúes (menos mal que se hace casi por única vez).

Para cambiar el balance más vale tapar el parlante con un sueter o pegarle un cartón.

Para navegar por las carpetas del usb hay que ser piloto de yates.

Para recorrer las frecuencias buscando una emisora hay que sacar la cabeza por la ventanilla.

Y lo peor de todo es que con el motor apagado, al abrir la puerta del conductor se apaga el stereo y si uno decide seguir escuchando hay que encenderlo nuevamente.

2º) Baúl.

En este tema puedo hablar con autoridad porque hice 3 viajes a Brasil con el Mega II y acabo de hacer uno con el Fluence, llevando el equipaje normal de vacaciones.

El baúl parece grande pero la verdad es que tiene mucho menos espacio aprovechable que el del Mega II.

No tiene los huecos que rodean a la rueda de auxilio en el Mega II donde se pueden guardar herramientas, botiquín, trapos, balizas, etc.

Los brazos de la tapa del baúl roban un espacio increible al igual que las varillas del dispositivo interno basculante.

El problema no es tanto el tamaño de los brazos sino el recorrido que hacen, lo que obliga a que al cargar el baúl con bolsos, valijas y bultos en general haya que dejar un "pasillo" libre a cada lado por donde van a pasar los brazos en su recorrido de cierre o apertura.

Una vez cargado el baúl si se siguen agregando cosas planas por arribas, hay que tener cuidado de no mover o desajustar las varillas tensoras internas, lo que limita aún más la capacidad de carga.

Para colmo el tapizado interno del baul tiene una forma rígida y en ciertas partes (a la altura de los faroles traseros) no llega hasta la cara interna del guardabarros, desperdiciando un espacio que si bien no es muy grande puede ser útil cuando uno viene "jugado" de espacio.

Creo que acá se impone un mod o tuning para aumentar la capacidad del baúl modificando el tapizado interior.

3º) Corte de corriente.

A diferencia del Megane II, con el motor apagado se cortan todos los accesorios.

No es posible cerrar el techo eléctrico ni subir o bajar las ventanillas.

Con el Mega II se podian subir las ventanillas hasta una determinada cantidad de minutos después de apagado el motor y en tanto no se haya abierto la puerta del conductor.

Con el Fluence eso no se puede y es una incomodidad.

Más allá de todo lo que escribí debo reconocer que hasta ahora (20 dias de uso, 3800 kms. recorridos) es un autazo.

Las cosas que señalo como negativas vienen básicamente del acostumbramiento a la forma de ser de otro auto, pero de ninguna manera son determinantes para denostar o criticar al Fluence.

Y en el próximo post voy a hablar de consumos y rendimientos, con valores que van a resultar sorpresivos.

Saludos...

sharley · 3 de Febrero del 2011