Megane 4: funcional y eficaz, pero sin sex-appeal [Francia]

[megane01]

El Megane 4 debe permitir a Renault recuperar su volumen de ventas de antes de la crisis

 

El Megane 4 es un excelente producto para captar a la clientela del segmento medio, muy dinámica en Europa. Su carácter muy conservador contrasta con la audacia estilistica de los otros modelos recientemente lanzados por Renault.

 

El problema del frenesí de lanzamientos que ha tenido Renault en el espacio de diez años, es que finalmente ciertas novedades pasan no desapercibidas, pero sin ser muy vistas. Debo decir que entre la Kadjar, el Talisman y la Scenic, el nuevo Megane queda relegado a un segundo plano. A pesar de que esta berlina del segmento C es estrategica para la marca del rombo. Primero porque constituye grandes volumenes. El Megane 3 representó 276.416 autos en Europa en 2010. Pero tambien porque esta berlina se sitúa en un segmento donde las flotas corporativas son muy importantes. Esto es muy bueno porque son justamente ellas las que traccionan el crecimiento en Europa. Por lo tanto, no se lo puede perder. Atento a que las ventas de la version anterior se han desatornillado por pasar la barrera de 150.000 unidades por año desde 2012. Por lo tanto, el reto es ir a la reconquista de este segmento.

 

Ya que el Megane viene de lejos, debe reparar en los errores estilisticos de los años 2000 entre el Megane II y III. "Está lindo" nos dice un conductor de un Megane de la version anterior que nos cruza por una calle parisina.

 

Lo más tenue de Laurent Van Den Acker

 

Es cierto que la nueva berlina de Renault quedó en manos de Laurent Van Der Acker, el diseñador estrella que desempolvó y revivió el estilo de Renault hoy en día. Hemos visto como los trazos de sus líneas han revitalizado el segmento como el del Captur, la Kadjar y mas recientemente la Koleos. En el Megane, el estilo modernista holandés quedó netamente menos audaz. En la parte delantera nos encontramos con la parrilla flanqueada por con el rombo en forma predominante. En la parte trasera el aire muy tenue del Talisman igual está presente.

Pero el resto, sin embargo carece de carácter y personalidad. La silueta es clasica, las lineas son planas, los laterales no se tornearon para darle un poco de movimiento... Ciertamente, el Megane no pretende estar en una revista de moda, pero podría tomar prestados los códigos estilisticos de la Captur o el Clio. Finalmente, el Megane pisó sobre la funcionalidad mas que en lo emocional.

 

 

Desde este punto de vista, Renault fue coherente con un clima interior simple pero eficiente, sin pretensiones, yendo al grano. En la version Intens, el tablero tiene el mismo plastico que tienen todos los Renault: medio áspero, de calidad media, sin caer del todo en el "plastoc" de baja gama. La relacion precio calidad esta bien resuelta, pero mas bien van juntas. La pantalla multimedia desvía un poco la atencion. La navegacion en gps es bastante buena, pero la navegacion entre menúes debe ser revisada para ser intuitiva.

 

Un habitáculo optimizado, un baúl generoso

 

El habitáculo está optimizado para dar mucha comodidad adelante, espacio suficiente en las plazas traseras y un baúl amplio (uno de los mas amplios de su categoría con 434 litros contra 372 de su versión precedente). Siempre hemos valorado la llave de acceso y encendido a distancia. Renault es el que ha ido mas lejos cuando muchas marcas exigen manipular la manija de la puerta.

 

Entre las versiones mecanicas, hemos preferido claramente la version automatica. La caja de cambios manual es tremendamente rígida, casi paralizando en el periplo parisino. La transmision automatica con doble embrague es mucho mejor. Raramente ella sufre un poco en bajo regimen, posiblemente por un complicado pasaje de marchas, causando un efecto perjudicial para la reacción del auto. Por el contrario, el Megane es muy bueno en ruta: el pase de cambios se realiza sin problemas y el motor no se recalienta. El diesel de 110 Cv de potencia parece ser la mejor combinacion en eficiencia y consumo contenido.

 

Un equilibrio notable

 

En termino de precios, el Megane arranca su gama en 18.200 euros (version Life nafta 110 Cv). La version probada (Intens DCI 110 EDC6) está en 29.100 euros. Si lo prefieres manual, el Megane te costará 27.600 euros. Naftero, en la misma version, puedes tener la version automatica de 130 Cv en 26.900 euros.

 

El Megane asume su posicionamiento de mediano. Las especificaciones se adaptan perfectamente a las flotas corporativas. La berlina del segmento C de Renault se ve consensual, nosotros la encontramos funcional. El equilibrio entre la eficacia y la funcionalidad del Megane es destacable.

 

 

 

LaTribune.fr

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El Megane 4 debe permitir a Renault recuperar su volumen de ventas de antes de la crisis

 

El Megane 4 es un excelente producto para captar a la clientela del segmento medio, muy dinámica en Europa. Su carácter muy conservador contrasta con la audacia estilistica de los otros modelos recientemente lanzados por Renault.

 

El problema del frenesí de lanzamientos que ha tenido Renault en el espacio de diez años, es que finalmente ciertas novedades pasan no desapercibidas, pero sin ser muy vistas. Debo decir que entre la Kadjar, el Talisman y la Scenic, el nuevo Megane queda relegado a un segundo plano. A pesar de que esta berlina del segmento C es estrategica para la marca del rombo. Primero porque constituye grandes volumenes. El Megane 3 representó 276.416 autos en Europa en 2010. Pero tambien porque esta berlina se sitúa en un segmento donde las flotas corporativas son muy importantes. Esto es muy bueno porque son justamente ellas las que traccionan el crecimiento en Europa. Por lo tanto, no se lo puede perder. Atento a que las ventas de la version anterior se han desatornillado por pasar la barrera de 150.000 unidades por año desde 2012. Por lo tanto, el reto es ir a la reconquista de este segmento.

 

Ya que el Megane viene de lejos, debe reparar en los errores estilisticos de los años 2000 entre el Megane II y III. "Está lindo" nos dice un conductor de un Megane de la version anterior que nos cruza por una calle parisina.

 

Lo más tenue de Laurent Van Den Acker

 

Es cierto que la nueva berlina de Renault quedó en manos de Laurent Van Der Acker, el diseñador estrella que desempolvó y revivió el estilo de Renault hoy en día. Hemos visto como los trazos de sus líneas han revitalizado el segmento como el del Captur, la Kadjar y mas recientemente la Koleos. En el Megane, el estilo modernista holandés quedó netamente menos audaz. En la parte delantera nos encontramos con la parrilla flanqueada por con el rombo en forma predominante. En la parte trasera el aire muy tenue del Talisman igual está presente.

Pero el resto, sin embargo carece de carácter y personalidad. La silueta es clasica, las lineas son planas, los laterales no se tornearon para darle un poco de movimiento... Ciertamente, el Megane no pretende estar en una revista de moda, pero podría tomar prestados los códigos estilisticos de la Captur o el Clio. Finalmente, el Megane pisó sobre la funcionalidad mas que en lo emocional.

 

 

Desde este punto de vista, Renault fue coherente con un clima interior simple pero eficiente, sin pretensiones, yendo al grano. En la version Intens, el tablero tiene el mismo plastico que tienen todos los Renault: medio áspero, de calidad media, sin caer del todo en el "plastoc" de baja gama. La relacion precio calidad esta bien resuelta, pero mas bien van juntas. La pantalla multimedia desvía un poco la atencion. La navegacion en gps es bastante buena, pero la navegacion entre menúes debe ser revisada para ser intuitiva.

 

Un habitáculo optimizado, un baúl generoso

 

El habitáculo está optimizado para dar mucha comodidad adelante, espacio suficiente en las plazas traseras y un baúl amplio (uno de los mas amplios de su categoría con 434 litros contra 372 de su versión precedente). Siempre hemos valorado la llave de acceso y encendido a distancia. Renault es el que ha ido mas lejos cuando muchas marcas exigen manipular la manija de la puerta.

 

Entre las versiones mecanicas, hemos preferido claramente la version automatica. La caja de cambios manual es tremendamente rígida, casi paralizando en el periplo parisino. La transmision automatica con doble embrague es mucho mejor. Raramente ella sufre un poco en bajo regimen, posiblemente por un complicado pasaje de marchas, causando un efecto perjudicial para la reacción del auto. Por el contrario, el Megane es muy bueno en ruta: el pase de cambios se realiza sin problemas y el motor no se recalienta. El diesel de 110 Cv de potencia parece ser la mejor combinacion en eficiencia y consumo contenido.

 

Un equilibrio notable

 

En termino de precios, el Megane arranca su gama en 18.200 euros (version Life nafta 110 Cv). La version probada (Intens DCI 110 EDC6) está en 29.100 euros. Si lo prefieres manual, el Megane te costará 27.600 euros. Naftero, en la misma version, puedes tener la version automatica de 130 Cv en 26.900 euros.

 

El Megane asume su posicionamiento de mediano. Las especificaciones se adaptan perfectamente a las flotas corporativas. La berlina del segmento C de Renault se ve consensual, nosotros la encontramos funcional. El equilibrio entre la eficacia y la funcionalidad del Megane es destacable.

 

 

 

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